Tengo un país lleno de muertos,
sangra junto al mundo.
África de corazón rojo el viento toca el hambre,
porque la muerte es madre y mercader,
negocia el alarido de la tierra paseándose entre tierra seca
tierra de capullos marchitos, nunca frutos, nunca flores.
Niños despiertan cada día sin madrugadas,
encadenados a los agujeros de su lengua.
África tierra que no ha mirado Dios,
tierra de perpetuos inviernos que no detiene el tiempo de ceniza
porque aquí sólo nace el agua que se solloza.
Autor: Martha Miranda
FLORECE MI LENGUA
Dices que debo recorrer calles
donde la muerte a ratos resucita.
Pariré palabras mágicas
antes de la lluvia,
para cuando vengas
florezcan en mi lengua
y pueda contarte mis
batallas sin lágrimas,
pueda decirte que de niña
busqué agua y pan
todos los días a ras del sol.
Hace años que duermen los
recuerdos
sé que algunos se
quedaran en esa jaula,
otros anidaran en las
ventanas de los ojos
algunos más estarán
muertos en la hierba.
Hay que contemplar el
agua y regocijarse,
porque nuestros días no
siempre serán sombra
los pájaros serán
nuestros aliados en el aire,
traerán sus murmullos a
libre albedrío,
y el gozo de la lluvia de
jacarandas.
Pariré palabras lo juro
debajo de la lengua.